domingo, 13 de abril de 2014

[MEX] The combi experience

Sólo fue una vez, pero lo hice. Lo viví. Elegí "combi" como método de transporte para ir el primer día a las prácticas. Comprendo que no sepáis de lo que estoy hablando, por que yo tampoco lo supe hasta que me topé con la realidad. Permitidme que os ilustre.

Aquí os presento a un grupo de combis muy majas reunidas en tertulia antes de comenzar sus respectivos trayectos por la ciudad sin ley.


Combis mexicanas en una conga.

Como veis, a ellas les gusta dar un aspecto retro de camioneta de los años 60. Es lo que se lleva aquí en el DF. Y ellas están a la moda de lo vintage. Pero aunque por fuera puedan parecer una cosa, no os dejéis engañar, por dentro están llenas de sorpresas. Y por llenas, me refiero a que donde caben 2 caben 3+10.


La belleza está en el interior.

Probablemente, al ver esta foto, habréis hecho lo mismo que yo cuando me asomé por primera vez: contar el número de espacios que un humano medio podía ocupar. Pero, esa forma de pensar, amigos míos, es un lujo que se permite aquel que se ha criado en el primer mundo. De hecho, si hubiera calculado bien, la combi habría zarpado nada más me metí, con las 4 o 5 personas que éramos dentro, y ¿para qué habría esperado más tiempo con la puerta abierta?

Cuando arrancamos, éramos 16 personas enlatadas, sorprendentemente todas sentadas, en un horno de metal, que transformaba los alrededor de 25ºC del medio día mexicano en la temperatura en la que debió de perder el conocimiento Juana de Arco.

La velocidad media de la combi, oscilaba entre los 1 km/hora cuando liadiaba con un atasco, y los 1 km/segundo cuando el conductor encontraba espacio para avanzar "sin obstáculos". Concluí que toda esta gente tuvo que demostrar un muy alto nivel de GTA antes de recibir el permiso de conducción de combis, y también que Koko tendría mucho futuro en el gremio. "Se la pega y aquí la palmamos todos" era el pensamiento que más espacio ocupaba en mi mente. Porque, a falta de cinturón, lo único que nos mantenía en el sitio eran los calentitos hombros de las personas sentadas a izquierda y derecha.

Pero lo realmente curioso llegó con la forma que tenían los ocupantes de pagar el trayecto. Cuando una persona consideraba que estaba lo suficientemente cerca de su destino, le comentaba al conductor el punto donde quería bajarse (y digo "comentaba" porque a veces no lo oía ni yo, aunque ellos se enteraban todos) y entonces... ocurría la magia. México es un país en el que, tanto antes de llegar como una vez allí, la gente te está constantemente bombardeando con la idea de que tienes que tener cuidado y evitar situaciones de conflicto. Así que... no hay que vestir muy elegante, no has de llevar cosas de mucho valor de forma visible, no mires constantemente el móvil por la calle, no lleves mucho dinero encima, etc. Pero ¡¡Weeey!! ¡Que todo eso era sólo fuera de las combis! Cuál fue mi sorpresa, al ver que el que pagaba le daba el dinero a quien tenía al lado, y éste al siguiente, y así sucesivamente hasta llegar al conductor ¡Vuelta incluida! Y no se perdía nada por el camino... El fascinante mundo interno de las combis.

La verdad es que fué una experiencia cuanto menos interesante y, sinceramente, me alegro de haber vivido un viaje en este peculiar método de transporte aunque sólo fuera una vez. Y también de que sólo fuera una vez. Ahora aprecio más que mi jefe pase a por mí en coche todas las mañanas :)

Pronto más,

¡Un combi-abrazo a todos!

Fon.


10 comentarios:

  1. Me encanta que seas conocedor de la temperatura a la cual Juana de Arco perdió el conocimiento en la hoguera... es un dato interesante a la vez que aterrador.

    Rafa

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    1. Estaba en los cuadros del margen que nadie se estudiaba de los libros de Historia de 4º de la ESO

      Fon

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  2. Exijo una experiencia semejante en el guión de mi película.

    Att: El Giro

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    1. Jajaja pide por esa boquita, tu película será un récord en taquilla!!! :'D

      Att: Velocirraptor

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  3. A mi si no hay 40 principales en México, para que mis clientes puedan morir con su sintonía de fondo, no me luce, lo siento.

    Kok

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    1. LOOL Si te digo que pensé en ponerlo y todo... jaja todavía recuerdo a Marta gritando por su vida. Carlos por favor, no quiero ir a un funeral tan joven. Vive.

      Fon

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  4. Jajajajajajaja me ha encantado!! Quiero más :D


    PG :)

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    1. :'D Tus deseos han sido escuchados y Dios envió un pequeño temblor para que así fuera... jajaja si puede ser que la próxima vez no ponga mi vida en peligro, te lo agradeceré :')

      xxxxxxxxxxxxxxx me encanta que nos leas con tanto entusiasmo.

      Fon

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  5. Pues cuando empiece a hacer más calorcito tiene que dar gustirrinín coger los combis... Pagaría por haber visto tu cara!

    Luc

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    1. Pues mi cara pasó por muchas etapas... pero desde luego me quedo con que me entrara la risa cuando el tipo empezó a acelerar a mil por hora y la mujer de delante se me quedara mirando en plan "que te hace tanta gracia blanquito?"

      Fon

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